Atravesamos momentos y circunstancias de una gravedad que en nuestra historia no hay antecedentes de similitud, que son el resultado de la conjunción de dos situaciones gravísimas, una estrictamente local que tiene larga data que es financiera, económica y social, sumando una reiterada cesación de pagos de nuestra deuda externa y la otra de dimensión global con implicancias y consecuencias en todos los ordenes y niveles, el coronavirus.
La pandemia que hoy afecta al mundo, no dudemos que provocara profundos cambios en todas las estructuras económicas y hábitos de la sociedad en todo el mundo. El Presidente en el orden interno con sensatez y una acertada conducción supo y sabe amortiguar los efectos del coronavirus, esto lo esta logrando con un equipo integrado con los mejores especialistas en infectología del país y con las consultas a científicos del exterior, esto se evidencia cuando se comparan sus efectos y consecuencias con otros países desarrollados, sus resultados son la inestimable cantidad de muertes que se evitaron, es decir fue exitosa su gran apuesta en favor de la vida.
Ahora bien simultáneamente el Presidente tiene ante si un colosal ejercito enemigo al que debe contener y derrotar y este enemigo al igual que el virus esta infiltrado y diseminado en todo su territorio que es el país ¿Cual es este poderoso enemigo? El descalabro en todas las estructuras financieras, económicas y sociales, a ello debe sumar la caótica y sobredimensionada administración pública, el laberinto de nuestro sistema tributario, y una legislación laboral insostenible por lo arbitraria y poco práctica.
¿Como entonces el Presidente podrá hacer frente a este enemigo? Con la misma estrategia con que ataco y ataca al virus, para ello también necesitara de los tácticos que colaboren en la lucha, integrando un equipó de economistas, empresarios y dirigentes gremiales idóneos y honrados para elaborar un plan de combate y ejecutarlo con la máxima firmeza y efectividad tal como lo esta haciendo contra el virus. ¿Cuáles serán sus principales campos de batalla, donde ganará la guerra? Las Economías Regionales ahí están sus ventajas y su gran ejército aliado que le dará la victoria.
Deberá dar prioridad absoluta a todas las actividades de las economías regionales por las ventajas competitivas que tienen a nivel mundial. El campo con su infinita diversidad, con condiciones únicas de competitividad por su suelo, su extensión su clima y una tecnología de punta que le otorgan una calidad sobresaliente, la pesca inmensamente abundante y diversa pero pésimamente explotada por lo desnacionalizada que se encuentra, sumado a la absoluta desidia en cuanto al control de nuestro mar continental abierto a todo aquel que se atreva impunemente e ilícitamente a capturar en nuestras aguas territoriales, un minería totalmente en manos extranjeras y minímamente redituable para quienes somos sus dueños, recursos energéticos inmensos con los que debemos ser inteligentes, cautos y prudentes en su explotación ya que es un área en la que los jugadores mundiales son muy grandes y sus apuestas también lo son.
Abrir nuestras estructuras económicas para evitar y combatir los distintos sectores dominados por oligopolios y contar con una legislación más eficiente y despolitizada como la que tenemos vigente y que tome el modelo de la Ley Sherman Antitrus con sus posteriores modificaciones que los EE.UU. ya en 1890 con inteligencia y sabiduría dictaron, que les permitió y permite evitar las distorsiones que alteran negativamente a los mercados.
Se debe concretar un giro de 180 grados en nuestra política de exportaciones para hacerlas sumamente agresivas con el propósito de ganar nuevos mercados y mantener y consolidar los existentes, para ello se debe terminar con todas las retenciones solo aplicables excepcionalmente en algún sector que resulte sumamente lucrativo y esta retención deberá destinarse para otorgar reintegros a aquellos sectores que requieran de incentivos para hacer sus exportaciones más competitivas, esto sin duda nos abrirá el camino al crecimiento seguro y sostenido.
La actividad turística debe estar incluida dentro de las prioridades a encarar instrumentando planes abarcativos, eficientes y originales que incluyan a todos los agentes que promueven y desarrollan esta actividad dada la diversidad a nivel mundial que nuestro país ofrece.
Entre las armas más eficaces y poderosas que nos posibilitara la victoria están las Bolsas Regionales que facilitan el acceso al financiamiento de las empresas más rápido, seguro y ventajoso que el bancario, al igual les servirá para buscar y encontrar socios a riesgo y para los ahorristas una inversión más eficiente y de inmediata disponibilidad. Todo esto dará envergadura a nuestro alicaído y débil mercado de capitales.
Deberá considerarse una reestructuración del país no por sus límites políticos provinciales sino por regiones económicas, esto nos daría mejor operatividad, eficiencia y disminución de costos.
Es decir debemos pensar, estudiar y materializar una nueva Argentina que se proyecte pensando en el futuro, esto nos permitirá salir exitosamente de la dramática coyuntura en la que nos hallamos inmersos desde hace ya muchas décadas, para ser nuevamente como lo supimos ser hace más de un siglo y medio la tierra ambicionada por todos los hombres del mundo que buscaban libertad, paz y progreso.
Buenos Aires 27 de abril de 2020.
DIEGO LO TARTARO PRESIDENTE de IADER