Las provincias más rezagadas lideraron la asignación de créditos el año pasado, que también creció fuerte en San Juan, T. del Fuego y Tucumán. De todos modos, dos tercios del crédito del país aún se asigna en Capital Federal y Provincia de Buenos Aires. En la capital del país, la asignación de créditos per cápita es hasta 30 veces mayor a las provincias del Norte argentino.
El crédito hacia las economías regionales está fluyendo con mayor dinamismo, pero sigue concentrado en dos grandes regiones: Capital Federal y Provincia de Buenos Aires. Hacia fines del año pasado, en esas dos jurisdicciones estaba asignado el 66,9% del stock total de crédito del país, un porcentaje relativamente elevado si se compara con que allí se localiza solo 46% de la población nacional y 55% de las PYMES locales.
Según los datos del Banco Central, el crecimiento que vienen logrando las provincias en materia crediticia es importante, pero no alcanza. Mientras que el año pasado el stock de crédito al sector privado creció 49,1%, en provincias como Formosa se incrementó muy por encima del promedio (83,9%), en Corrientes aumentó 76%, en Chaco 68,5%, en San Juan 65,7% en tanto en Tucumán y Tierra del Fuego el incremento anual alcanzó al 61%. Se trata de tasas de crecimiento muy importantes para esas jurisdicciones. Sin embargo, a pesar de esa tendencia expansiva, en conjunto esas provincias apenas concentran el 5,3% del crédito que tiene en sus manos el sector privado nacional cuando en verdad allí vive el 12,1% de la población del país. Es decir, en financiamiento estas provincias se encuentran en su mayoría bastante rezagadas.
En tasas de crecimiento logradas en el stock de financiamiento, 2011 fue un buen año, donde el crédito acompañó la tendencia de la economía general y tuvo una fuerte expansión anual (49,1%). De un stock de $161.677 millones que había asignados a fines de 2010, se finalizó 2011 en $241.111 millones, registrándose un crecimiento neto de $79.434 millones en los niveles de financiamiento destinados al sector privado. El incremento del crédito fue apuntalado desde todas las provincias, pero principalmente por localidades con presencia agropecuaria, industrial y aquellas muy vinculadas al turismo, un sector que mantuvo un dinamismo importante en el año dando lugar al nacimiento de nuevas empresas y actividades económicas.
Así, dentro del conjunto de jurisdicciones donde el año pasado el crédito creció por encima del promedio nacional se encuentran también Salta, con un aumento anual de 56,8% impulsado por la actividad turística y agropecuaria, Misiones con un alza de 56,2%, Entre Ríos con fuerte presencia agrícola-ganadera (55,2%), Córdoba en pleno auge industrial y agropecuario (50,7%) y la Provincia de Buenos Aires donde el financiamiento se expandió 49,8%.
En cambio, menores tasas de expansión financiera se registraron en Santa Cruz, donde el crédito apenas subió 17,1% en el año, seguida por La Rioja, Neuquén y Santiago del Estero con incrementos de entre 38% y 40% anual, por debajo del aumento promedio.
El crédito es una de las variables más relevantes para el desarrollo económico de una región. Y en la Argentina, si bien ha crecido considerablemente y parece haberse ido distribuyendo algo más homogéneo entre algunas regiones en los últimos años, sigue siendo escaso y continúa muy concentrado en pocas localidades. Para considerar:
- A fines de 2011 el crédito total al sector privado no financiero en la argentina se ubicó en apenas 13,1% del Producto interno Bruto (PIB). Muy por debajo de las economías más desarrolladas donde el crédito supera al 100% e incluso 200% del Producto, y menor a países regionales como Chile donde ronda el 86% del PIB, Brasil con un ratio de 57% o México (25%).
- La escasez de crédito la sienten principalmente el sector productivo regional, que es dónde más difícil se hace conseguir financiamiento.
- En general, las empresas del interior tienen serias dificultades para conseguir financiamiento, excepto las localizadas en ciudades como pueden ser Córdoba o Santa Fe.
- La mayor parte de las asignaciones de financiamiento en la argentina ocurren en dos centros poblacionales: Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires: allí estaba asignado hacia fines de 2011 el 56,3% del crédito al sector privado. El porcentaje sube a 66,9% cuando se toma toda la Provincia de Buenos Aires.
- Le siguen en orden de importancia Santa Fé donde se concentra el 7,25% del financiamiento al sector privado del país y Córdoba con 6,66% del crédito. De esa forma, tres provincias y la Ciudad de Buenos Aires concentran el 81% del crédito.
- Un dato llamativo, es que en el año 2003 esas cuatro jurisdicciones (Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) concentraban casi el mismo porcentaje del crédito (81,2%). Es decir, la desconcentración del crédito en los últimos ocho años ocurrió solo dentro de ese grupo. Puntualmente, la Ciudad de Buenos Aires perdió 5,6 puntos porcentuales de participación en el financiamiento, en tanto la Provincia de Buenos Aires ganó 1,9 puntos (de 18,8% de participación a 20,7%), Córdoba ganó 1,1 puntos (de 5,5% a 6,6%) y Santa Fe avanzó 2,3 puntos (de 4,9% a 7,2%).
El crédito al sector productivo continúa siendo una deuda pendiente en el país. Los productores continúan financiando su actividad productiva con financiamiento ‘caro’ lo que impacta sobre la rentabilidad y la capacidad de expansión. La situación más difícil la atraviesan las Pymes, que como muestran los datos, son las que pagan las elevadas tasas que se relevan a lo largo del país. En cambio, a las tasas más bajas acceden casi exclusivamente las grandes empresas.
Un indicador relevante donde queda reflejado las disparidades regionales en materia financiera, es el stock de créditos asignados al sector privado en relación a la cantidad de habitantes o a la cantidad de PYMES de cada localidad o provincia. Tomando como indicador relativo el total poblacional se destaca que:
- A nivel nacional, el stock de crédito asignado hacia fines del año pasado se ubicaba en un promedio de $6.010 por habitante.
- Claramente la Ciudad de Buenos Aires es la que registra la mayor concentración: el stock promedio de crédito asignado por habitante se ubica en $38.553.
- La Provincia de Buenos Aires, en cambio, si bien concentra más de 20% del crédito, en términos per cápita se ubica muy por debajo del promedio nacional: a fines de 2011 mantenía un stock asignado de solo $3.198 por habitante.
- La segunda provincia que mantiene mayor concentración de crédito relativa a su tamaño poblacional es Tierra del Fuego: $12.402 por habitantes, monto que también se explica porque en esa jurisdicción se pagan los mayores salarios del país lo que deja a la población con mayor capacidad de crédito (algo similar sucede con otras provincias de la zona Patagónica).
- La tercera provincia con mayor stock de crédito por habitante es La Pampa, con $6.515, seguida por Chubut con $6.308, Santa Fe con $5.471, Neuquén con $5.236 y Santa Cruz con $5.221.
- Un grupo de provincias para destacar son San Luis y Córdoba, que mantienen un sector productivo muy dinámico y niveles de desarrollo económico superiores al promedio nacional a pesar que sus ratios de financiamiento son bajos ($4.852 en Córdoba y apenas $2.154 en San Luis).
Si se tiene en cuenta que el grueso del financiamiento en la argentina se decide en la capital del país, queda de manifiesto las dificultades del empresariado del interior y en especial de las Pymes para acceder al crédito, una dificultad histórica que se agrava y acrecienta cuando se observan las desigualdades de tasas que se cobran entre provincias. Sobre esa realidad, la pregunta es ¿qué se puede hacer y cómo?
Una solución son las Bolsas Regionales. El acceso al crédito no está monopolizado por los Bancos sino que existen alternativas más ventajosas en los Mercados de Capitales, donde confluyen oferentes de dinero y sus demandantes (empresas, municipios, estados provinciales y nacionales). La experiencia internacional y la propia del país en décadas pasadas, demuestra que estos mercados ofrecen infinitas formas de satisfacer las necesidades de financiamiento productivo, que en la Argentina por un lamentable proceso de desculturización bursátil se fue casi extinguiendo hasta llegar hoy a su mínima expresión. Basta un ejemplo para ilustrar esa afirmación: en 1960 estaban autorizas a cotizar en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) 660 empresas, hoy solo lo hacen 103. Estos números arrojan algunos datos:
- Que durante 52 años el descenso de empresas cotizantes en Bolsa fue en constante disminución
- Que en los últimos 12 años se estabilizó en un número de empresas en un piso muy bajo para la conformación y envergadura de una Bolsa como la de Buenos Aires (una Bolsa Nacional).
- Actualmente las empresas cotizantes en algunos rubros son las líderes en su actividad en el país, Esto de ninguna forma es un mercado de capitales representativo del nivel productivo de la Argentina. Por el contrario es la concentración de las empresas dominantes en el mercado.
Al analizar la composición de las empresas tanto por la nacionalidad de sus propietarios, como su localización en el mapa regional, se observa que en la décadas del 1920-1930, las empresas en su mayoría eran de origen extranjero y estaban radicadas en la Capital Federal o sus suburbios. Por el contrario, cuando se analiza la conformación en los años ‘60 se observa una Bolsa con mayoría de empresas nacionales, con gran número de medianas empresas y que la mayor parte de ellas eran del interior del país.
Algunos ejemplos son: las azucareras de Tucumán, las bodegueras de Mendoza, las metalmecánica de Santa Fe, las madereras de Chaco, las industriales de Córdoba, las laneras y petroleras de la Patagonia, las pesqueras de Mar del Plata. Sin embargo, en el lapso de casi un siglo la Argentina pasó de una Bolsa conformada en su mayor parte por empresas extranjeras y concentradas en Buenos Aires, con cerca de 100 empresas cotizantes, a la década de 1960 con una Bolsa Nacional, Regional y de Medianas Empresas con 660 cotizantes, a tener hoy 2012 nuevamente una Bolsa de empresas mayoritariamente extranjeras y no regionales, con apenas 103 empresas cotizantes.
A pesar de existir casi la misma cantidad de empresas cotizantes que hace 82 años atrás, a diferencia de hoy, en las década del 1920/1930 cotizaban sus títulos varias Provincias como: Buenos Aires, Entre Ríos, Mendoza, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, San Luís, Jujuy y Corrientes. También lo hacían Municipios como: Capital Federal, Coronel Suárez, Pergamino, Morón, Bartolomé Mitre, Paraná, Rosario, Córdoba, Avellaneda. Por otra parte las Provincias emitían tanto títulos internos como externos destinados a: Edificación Escolar, Hospitales, Saneamiento de La Plata, Caminos Rurales, Caminos Afirmados, Pavimentación, Edificación, Cedulas Hipotecarias, Obras del Delta, Camino Morón-Lujan, Camino Avellaneda a Quilmes, Empréstito para Tribunales y Cárceles en la Provincia de Buenos Aires, Construcción del Mercado de Frutos y Frigoríficos del Tigre, Construcción del Frigorífico de Gualeguaychú, Obras de Irrigación en Córdoba, Ferrocarril La Plata a Meridiano, Construcciones Económicas (viviendas) Capital Federal, Protección Obrera Córdoba. Por ejemplo, en 1934 en la BCBA cotizan 138 títulos públicos de deuda solo de Provincias y Municipios. Hoy para las provincias como para los municipios este mercado es prácticamente inexistente. Esto da una dimensión del alcance que tenía el mercado en cuanto a los emisores de títulos como a la diversidad de obras a realizar por medio de la emisión de esos títulos.
Estos números e información son la más elocuente demostración del auge y decadencia de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y lo limitado y reducido de su Mercado de Capitales. En definitiva, este es el resultado de políticas erradas que fueron expulsando a las empresas medianas argentinas para transformarla en un reducido reducto de mega empresas extranjeras. Es decir, desde la BCBA mientras se declama la inclusión del empresariado nacional se practica su encubierta expulsión.
Si la Argentina quiere potenciar su desarrollo, debe reactivar en forma urgente el crédito productivo y para eso es necesario reconstruir las bolsas regionales. Esto puede lograrse fácilmente, relanzando el Mercado de Capitales Nacional y Regional y creando así nuevos Mercados de Capitales (Bolsas Regionales) alternativos de inversión y financiamiento, que permitirían acelerar y consolidar el desarrollo de la economía argentina. El camino está abierto. Solo falta la decisión política y económica de hacerlo.
Buenos Aires, 11 de Abril de 2012
DIEGO LO TARTARO PRESIDENTE IADER