Crece la informalidad laboral en la mayoría de las regiones del país

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El 47,8% de los asalariados del país, trabaja en negro. Hay provincias donde ese porcentaje llega casi a 60% (Tucumán, San Luis y Jujuy) y otras como Santa Cruz y Tierra del Fuego donde promedia el 20%.

La importante creación de empleo que logró la economía durante los últimos 30 meses no ayudó a reducir la informalidad laboral. De acuerdo con los datos del INDEC, al primer semestre de 2005 el 47,8% de los asalariados trabajaban en la informalidad, casi 10 puntos porcentuales más de los que se registraban en los años 2000, 2001 o 2002. Pero más grave es lo que sucede en algunas ciudades del interior. En la mitad de los principales aglomerados urbanos del país, el 50% de los asalariados trabaja en negro, sin recibir ningún aporte jubilatorio. Lideran el ranking de la informalidad Tucumán, San Luis, Jujuy, Formosa, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Salta, San Juan y Córdoba. En su mayoría provincias que se vieron favorecidas por la nueva estructura cambiaria, pero que sin embargo los sectores productivos, por diversas causas, incrementaron los niveles de informalidad que se traduce en mayor precariedad laboral y empobrecimiento. Una excepción es lo que ocurre en la región Patagónica, donde la informalidad solo afecta a 29% de los asalariados, fundamentalmente en Santa Cruz que cuenta con los mejores indicadores laborales de la Argentina.

En Tucumán se registra el peor de los casos: el 59,7% del empleo asalariado trabaja en negro. Son 286.000 personas de los 480.000 empleados que hay en esa jurisdicción. Como sucedió en la mayoría de las provincias, el crecimiento de la informalidad ocurrió al mismo tiempo que el desempleo bajaba desde los máximos históricos registrados en mayo de 2002. Así, mientras la desocupación descendió desde 23,1% a principio de 2002 a 12,8% en el primer semestre de 2005, la informalidad laboral (medida en la capital provincial y Tafí Viejo), subió de 48,5% a 59,7% (+11,2 puntos porcentuales).

El mayor aumento de la informalidad en los últimos tres años se registró en San Luis, una provincia favorecida por el nuevo tipo de cambio. Sin embargo, a pesar del auge industrial y turístico que permitió reducir la desocupación desde 16% registrado en mayo ’02 a solo 1,4% en el primer semestre de 2005, el empleo informal viene creciendo ostentosamente: desde principio de 2002 aumentó en 20 puntos porcentuales, saltando del 38% a 57,4%.


Fuente: IADER en base a datos del INDEC. Las medidas corresponden a los grandes aglomerados urbanos donde se releva la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). En el caso de Entre Ríos, se tomó la ciudad de Concordia, por ser la de mayor precariedad laboral.

En Jujuy la informalidad, que llega a 55,6%, se incrementó en 14,8 puntos porcentuales en tres años, con un desempleo actual de apenas 8,8% pero 58,2% de su población viviendo en la pobreza. La informalidad en esa provincia siempre fue mayor al promedio nacional, pero en los últimos años fue una de las zonas donde más se deterioró la calidad del empleo. Con un nivel similar, en Formosa la informalidad laboral afecta a 97.389 personas, una cifra a monitorear si se observa que la población de la provincia es de 487.000 habitantes aproximadamente, de los cuales 175.700 están ocupados en relación de dependencia. Igual que en Jujuy la alta informalidad explica que el desempleo de esa jurisdicción sea de apenas 5,5% pero la pobreza alcance al 53,1% de su población. La misma situación se repite en Corrientes y Chaco. En Chaco se registra una de las tasas de pobreza más elevadas del país (60,3%) con un desempleo que es la mitad del promedio nacional (apenas superior al 6%). Una parte de la explicación de esa elevada pobreza y el bajo desempleo puede encontrarse en la informalidad: allí, 54,4% de los asalariados trabajan en negro.

Entre Ríos, Salta, San Juan y Córdoba son las restantes provincias con tasas de informalidad superiores al 50%. En San Juan el trabajo en negro creció 15,6 puntos porcentuales en tres años hasta alcanzar actualmente al 50,6%. El desempleo en esa provincia es de 12,4% y la pobreza asciende a 45,2% (todos estos indicadores están medidos en Gran San Juan). Se suma a esta lista Santiago del Estero, donde la informalidad afecta al 50% de su población asalariada.

Excepciones

A contramano de la tendencia general, solo dos provincias han logrado reducir sus niveles de informalidad durante los últimos tres años. Son Tierra del Fuego y Santa Cruz, donde la informalidad no solo es la más baja del país, sino que además lograron reducirla levemente. En Santa Cruz 15,6% de los asalariados trabajan en negro, cuando en mayo de 2002 esa tasa alcanzaba a 17,3%. La baja informalidad encuentra un mercado laboral en mejores condiciones que el resto del país: el desempleo (medido en Río Gallegos) es de apenas 1,9% y la pobreza solo afecta al 11,1% de su población. Aunque ayuda a esos indicadores que el 51,9% del empleo asalariado de esa jurisdicción trabaja en el sector público, la mayor proporción de empleo estatal del país. Similar situación se observa en Tierra del Fuego, donde la informalidad es de 24,4% (0,4 puntos porcentuales menos que en mayo de 2002), la desocupación se ubica en 8,3% de la Población Económicamente Activa (PEA) y la pobreza en 12,2%. Algo más del 45% del empleo asalariado allí está en el sector público.

Provincias con menor Informalidad laboral

En el resto de los grandes aglomerados urbanos, que permiten dar una idea de la magnitud que tiene el deterioro de las condiciones de trabajo en las regiones, la informalidad promedia el 44,8%. En Misiones, donde la pobreza se ubica entre los niveles más altos y el desempleo entre los más bajos, la informalidad asciende a 49,9%. En el otro extremo está la Ciudad de Buenos Aires, donde el nivel de informalidad afecta al 37,5% de su población asalariada. Un porcentaje relativamente bajo para una jurisdicción donde solo el 23% del empleo en relación de dependencia está en el Sector Público.

La Informalidad laboral en el resto del país


Fuente: IADER en base a datos del INDEC. Las medidas corresponden a los grandes aglomerados urbanos donde se releva la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). En el caso de Prov. Bs.As. se tomó la ciudad de Bahía Blanca.

Así, si bien la creación de empleo es una señal importante del tipo de crecimiento que se está logrando, en adelante mejorar la calidad del mercado de trabajo será fundamental para combatir la pobreza que aún hoy, después de tres años creciendo a tasas superiores al 8%, afecta al 38,5% de la población total.

Buenos Aires, 2 de Noviembre de 2005

DIEGO LO TARTARO PRESIDENTE IADER