El ajuste tarifario dejaría una inflación adicional de 2,4 puntos en 2008

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Durante los primeros meses de 2008 se renegociarían las tarifas de gas, electricidad y peajes. Quedarán pendientes transporte y comunicaciones. Para todo el año estimamos un aumento tarifario promedio de 17%.

Los primeros meses de 2008 tendrán un ruido particular. Las empresas prestadoras de servicios renegociarán un gradual ajuste de sus tarifas, en muchos casos congeladas desde la salida del esquema de convertibilidad producida los primeros días de enero de 2002 aunque en muchos otros han ido modificándose. Durante el primer bimestre del año, la actualización de los cuadros tarifarios abarcaría a servicios de gas, electricidad y peajes, incrementos que en los meses subsiguientes podrían extenderse a transportes y comunicaciones, según la estrategia que defina el gobierno. En el Instituto Argentino de las Economías Regionales (IADER) estimamos que los ajustes tarifarios en 2008 promediarán el 17% y provocarán una inflación adicional de 2,4 puntos porcentuales en los precios minoristas. Con esos incrementos, proyectamos para todo el año un aumento en los Índice de Precios al Consumidor de 16,2%.

Evolución de los precios minoristas 2002-2007


Fuente: IADER

Los ajustes tarifarios tendrán impacto desigual sobre las economías regionales. Mientras las actualizaciones de precios de transporte urbano (colectivos, trenes y subtes) y energía tendrán un impacto mayor en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, donde las tarifas quedaron completamente congeladas desde la devaluación, los ajustes en telecomunicaciones y peajes tendrían una alta incidencia sobre las economías regionales.

Así, sobre los ajuste tarifarios, realizamos las siguientes observaciones:

  • Los próximos aumentos impactarán mayormente sobre usuarios residenciales. En estos últimos, el Gobierno aplicaría un aumento tras muchos años de estabilidad.
  • El impacto del ajuste tarifario se percibirá en todo el país, pero en el caso de transportes y energía habrá una intensidad mayor en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, donde estos servicios mantienen un retraso relativo mayor al del resto de las economías regionales.
  • A diferencia de lo ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires y GBA, en muchas economías regionales se han registrado aumentos tarifarios en los últimos años (el transporte subió en diversas ciudades del interior y lo mismo ocurrió con las tarifas energéticas en provincias donde las empresas proveedoras son provinciales).
  • El incremento tarifario que se establezca debería incluir cierta segmentación para evitar el impacto sobre los sectores de menores recursos que son los más afectados por los aumentos de precios. Se debería contemplar la una ‘tarifa social’ amplia que tenga en cuenta las disparidades regionales que persisten en la Argentina, con zonas del país viviendo en extrema marginalidad. Es el caso de Resistencia (Chaco), donde la pobreza aún supera al 45% de su población, Santiago del Estero – La Banda con 43,4% o Corrientes y Jujuy donde más de 40% de la población es pobre.

Atraso
Hasta el momento, las tarifas de servicios públicos han permanecido retrazadas en términos generales, y en muchos casos en los mismos niveles que en la convertibilidad. Si desde diciembre de 2001 la inflación minorista acumula un aumento de 105,3%, los bienes y servicios cuyos precios están sujetos a regulación o tienen alto componente impositivo solo subieron 51,7% (diciembre 2001-octubre 2007). La mayor parte de los aumentos de ese rubro, que representa el 20,1% de la canasta total del IPC, corresponden a productos como cigarrillos, o funcionamiento y mantenimiento de vehículos, transporte de pasajeros de larga de distancia, en tanto en lo que es tarifas de servicios en sí, hubo subas importantes sobre empresas que no tuvieron una incidencia directa en precios. También en los últimos meses se han registrado aumentos relevantes en combustibles, aunque no están oficializados dentro del índice de precios del INDEC, subas que impactaron sobre los usuarios finales.

Atrasos estimados en las tarifas


Fuente: IADER.

Desde la salida de la convertibilidad, las tarifas no se han mantenido en todos los casos inmóviles, sobre todo las que abonan los sectores empresariales, que han tenido ajustes, y en algunos casos muy significativos. La situación es la siguiente:

  • Para las grandes industrias y comercios muchas tarifas se han ido incrementando. Por ejemplo, las tarifas de electricidad prácticamente duplican a las vigentes en la convertibilidad y en el caso de las pequeñas y medianas empresas (PyMES) se han registrado subas que superan el 80%. Subió tanto el precio de la electricidad como de la distribución.
  • Una situación similar se observa con las tarifas de gas. Las que pagan los sectores empresariales tuvieron subas muy significativas, que promedian el 100% de aumento. En empresas que usan intensivamente este insumo, hubo negociaciones particulares entre empresas y prestatarias, pero las subas llegan a ser muy importantes. En tanto, para los usuarios residenciales, solo recibieron aumentos los del norte de la provincia de Buenos Aires, zona que está bajo la órbita de Gas Ban: en abril de 2007 esa empresa aplicó un aumento de 15% en la tarifa que afectó a más de 1 millón de hogares.
  • A su vez, desde 2004 estuvo vigente el Programa de Uso Racional de Energía Eléctrica (PUREE) que penaliza con aumentos a los usuarios que incrementan su consumo y otorga descuentos a quienes consumen menos. Hasta ahora los castigos vienen superando fuertemente a los beneficios, generando un ingreso adicional a las empresas prestatarias, que si bien inicialmente depositaban ese dinero en un fideicomiso, fueron autorizadas a utilizarlo para cubrir subas en sus costos. Para muchos usuarios residenciales eso significó incrementos de costos de entre 10 y 15%.
  • En algunas provincias del interior, donde las prestaciones de energía están a cargo de empresas provinciales, las tarifas han sufrido ajustes (Algunos casos: La Rioja, Córdoba y Jujuy).
  • En el caso de los peajes, hubo ajustes en la mayoría de los accesos a la ciudad de Buenos Aires, que se ubicaron entre 13% y 16% (Casos: trayectos Buenos Aires-Pilar, Buenos Aires-Campana, Buenos Aires-Tigre, Liniers-Luján, u otros como Buenos Aires-La Plata donde los aumentos estarán vigentes desde 2008).
  • En comunicaciones, en tanto, las tarifas permanecen completamente congeladas desde 2001 y si bien inicialmente se eliminaron promociones y descuentos, la competencia de la telefonía móvil las obligó a continuar ofreciendo planes especiales. En el caso de la telefonía móvil, ha habido ajustes en los costos de los servicios pre-pagos.

Es indudable que esta próxima la hora de negociar las nuevas tarifas de las empresas prestatarias de los servicios públicos. Su corrección tendrá, según los casos y las particularidades de cada una, incidencia en las economías regionales, y por ello indubitablemente deberá considerarse si esas tarifas al momento en que se las congelo eran equitativas, o bien, por hechos particulares eran ventajosos o no para las empresas. Sin duda las futuras negociaciones serán arduas y requerirán de un debate que las transparente. La devaluación del peso cambió las reglas de juego para las empresas privatizadas que durante la convertibilidad mantenían sus tarifas dolarizadas. En el nuevo esquema económico que presente la Argentina, es necesario encarar una renegociación sector por sector, discriminando áreas geográficas, e incluyendo una tarifa social que cubra a determinados segmentos poblacionales para evitar que las subas afecten a las familias de menores ingresos. A su vez, en esas renegociaciones habrá que redefinir contratos, prestaciones de las empresas y nuevas inversiones.

Buenos Aires, 27 de Noviembre de 2007

DIEGO LO TARTARO PRESIDENTE IADER