Dado a la gravedad de la situación de pobreza y abandono en que están sometidos grandes sectores de la población, como así también de la desprotección y olvido a que se ha relegado a la inmensa mayoría de las economías regionales y en particular a las Pymes, aquí sí bien valdría detenerse y recordarles a la autoridades del Gobierno Nacional, hoy tan preocupadas y ocupadas en las próximas elecciones Paso, la muy utilizada y famosa frase que lo popularizo a Bill Clinton durante su campaña presidencial que lo convirtiera en el 42º Presidente de los Estados Unidos: «Es la economía estúpido».
Pretender excluir a la economía de la campaña electoral tal lo esta haciendo el partido que nos gobierna es una demostración de autismo que asusta y preocupa, quienes pusimos nuestra esperanza en el cambio venimos asistiendo a una paulatina e ininterrumpida decepción y perdida del esperanzado cambio que no llega.
¿De que se pretende hablar?, de la inexistente seguridad, del agravante deterioro de la educación, de la salud que día a día es un área que deja de estar en la agenda del gobierno, de la justicia que nos sorprende con cinematográficos allanamientos previamente anunciados varias semanas antes, de juicios a funcionarios corruptos que llevan décadas sin resolución alguna, de los funcionarios corruptos del gobierno anterior que siguen gozando de los bienes robados y como premio son candidatos a ocupar cargos en el Congreso, del abandono y desguase al que hace también décadas confinamos a las fuerzas armadas. Desde luego que de esto tampoco van hablar ¿y entonces? alegrémosnos continuaremos con el timbreo.
La economía esta en coma inducido: el descontrol presupuestario genera un constante aumento en el déficit fiscal, el endeudamiento interno y externo que no va a la inversión sino para cubrir el gasto incontrolado del estado, el endeudamiento en el exterior de las provincias cuyas consecuencias ya la hemos vivido en el pasado, inflación que se la controla mediante métodos que bien sabemos son solo paliativos transitorios y momentáneos, la ausencia de un plan integral económico que armonice todas las variables económicas, es apremiante la modificación de todo el sistema tributario tanto a nivel nacional como provincial, sistema que desalienta la producción e inversión, la reforma de la legislación laboral, el desesperante estado de las economías regionales, las impagables tasas de interés con las que se castiga a las pymes, el atraso cambiario que solo facilita la bicicleta financiera y margina a las economías regionales, las míseras jubilaciones con las que relegaron a los jubilados. Bueno para que seguir si no se escucha, la soberbia y el desden es la constante actitud del atomizado equipo económico.
Que nos recuerden reiteradamente los descomunales quebrantos y corrupción en todas las áreas de gobierno en que sumió al país el gobierno anterior no alcanza para justificar la ineficiencia que hoy caracteriza la gestión del gobierno nacional.
La Casa Rosada con su permanente e histórica visión metropolitana de Buenos Aires de ignorar los problemas y padecimientos del interior, nos encamina hacia una crisis que sin duda se producirá. La independencia declarada en Tucumán allá en 1816 solo fue de España, pero no la unión en la igualdad entre la metrópoli y los estados provinciales.
¿Porque esta exposición de desencanto y pesimismo? Porque cansados del deterioro de la República, promovimos y votamos el cambio, si buen soplan aires de libertad antes contenidos, hoy nuestro balance refleja que solo cambiamos de gobierno. No olvidemos, recapacitemos y hagamos realidad el Cambio.
Buenos Aires, 22 de julio de 2017
Diego Lo Tártaro Presidente de IADER